Hace mucho tiempo en un prado lejano, vivían dos amigas: Hilda la Hormiga y Cecilia la Cigarra. Ambas disfrutaban del brillante sol del verano, pero de formas muy diferentes.
Cecilia la Cigarra amaba cantar y bailar todo el día. “¡Oh, qué maravilloso es el verano! No hay razón para trabajar, solo para jugar”, decía, mientras rasgueaba su pequeña guitarra.
Hilda la Hormiga, por otro lado, pasaba su tiempo recolectando alimentos y preparándose para el invierno. “El verano es encantador, pero el invierno llegará pronto, y debemos estar preparados”, decía Hilda.
Cecilia se reía. “Hilda, estás perdiendo todo lo divertido. Ven y canta conmigo en lugar de trabajar todo el día”.
Pero Hilda respondía: “Me encantaría cantar, Cecilia, pero tengo una responsabilidad con mi familia y conmigo misma. El invierno será duro si no me preparo ahora”.
Finalmente, llegó el frío invierno. Cecilia se encontró temblando de frío, sin comida y arrepentida de no haberse preparado. Mientras tanto, Hilda estaba en su cálido hogar, rodeada de alimentos y bienestar.
Al ver la difícil situación de Cecilia, Hilda decidió ayudarla y la invitó a su hogar. “Aquí tienes algo de comida, Cecilia. Pero recuerda, debemos ser responsables y prepararnos para los tiempos difíciles, incluso cuando todo parece estar bien”.
Cecilia agradeció a Hilda y prometió que, en adelante, aprendería a equilibrar su tiempo entre la diversión y sus responsabilidades.
Desde ese día, Cecilia cambió su manera de ver la vida. Aprendió que ser responsable no solo era bueno para ella, sino también para todos los que la rodeaban. Y aunque todavía cantaba y bailaba, siempre encontraba tiempo para cumplir con sus responsabilidades, justo como Hilda la Hormiga.
Moraleja
La fábula nos enseña que la responsabilidad es crucial para nuestro bienestar y el de los demás. No basta con pensar en el presente; tenemos que prepararnos para el futuro y cumplir con nuestras obligaciones. Así como Hilda preparó su alimento para el invierno, cada uno de nosotros tiene deberes y responsabilidades que no deben ser ignorados.
Espero que esta fábula te ayude a entender la importancia de ser responsable en todas las áreas de tu vida.